lunes, 25 de noviembre de 2013

MI EXPERIENCIA COMO TUTORA DEL PTA.
Por: ENERIED LIZ LASSO

Decidí asumir el reto de ponerme  el chaleco azul  a pesar de las advertencias de algunos  compañeros, que no creen que sea una buena idea dejar la comodidad del aula  y asumir el compromiso de formarse para poder aportar a otros maestros. Que  Como dijo alguna vez  alguien;  son de los pocos que llegan a donde nadie más va. Maestros y maestras,  que en su  mayoría   dejan esposa, esposo, hijos y padres atrás en sus lugares de origen, ya que provienen de diferentes regiones  del país y  solo traen consigo las maletas que nunca terminan de desempacar a la espera de las anheladas vacaciones que les permitan reencontrase con sus seres queridos. Y con esto me refiero a mis profes de los Establecimientos Educativos  Lagos del Dorado  y Francisco de Paula Santander; quienes a pesar de las circunstancias socio-culturales propias de un municipio  como Miraflores   están convencidos  que la educación es un compromiso de todos y es la única oportunidad que tienen nuestros niños, niñas y jóvenes  de cambiar sus  realidades; realidades en las que el común denominador  es el abandono, la desesperanza y  el temor  de ser parte del conflicto que se vive en esta región, bien sea como víctimas o victimarios.
 Ser tutora en Establecimientos Educativos  rurales  me ha permitido reencontrarme como hija del Guaviare y recodar mis primeros  años de escuela  en el internado de la vuelta del alivio. Es por esto  que decidí  que sería precisamente aquí  en Miraflores en donde dejaría  mi granito de arena para mejorar la calidad de la Educación de mi región; lo cual estoy segura es posible gracias a  Didier, Helena, Ruth, Milena, Marcela,  Helvert, Gustavo, Liliana, Enrique, Adrian Martin, Eddier  y  Jairo  quienes   han asumido el compromiso de replantear sus prácticas de aula  a partir de la reflexión y la posibilidad de mirarse a sí mismos  como par pedagógico y no solo como compañeros de trabajo  ahora no solo son una familia  desde la convivencia  que les requiere el ser maestros de internado, si no que sea han convertido en maestros de maestros gracias a la Comunidad De Aprendizaje.
Palabras como las de la profe  Elena  “A mí no me incomoda que llegue alguien a mi salón a observar mi clase, ¿Por qué? Porque si algo estoy haciendo mal yo sé que esa persona me lo va a decir para mejorar. Lo que yo necesito es  mejorar, aprender  y no quedarme con el vacío que tengo”, expresan el  sentir de todos mis profes, como les digo cariñosamente y  que son ratificadas por el director Evelio Gutiérrez al manifestarme  “Nosotros lo que queremos es mejorar y con su ayuda profe Eneried, sé que lo vamos a lograr”  
El  afecto que recibo de los docentes  y directores con quien comparto en los  EE en cada visita,  hace que  valga la pena haber cambiado el ganarme la vida jugando, como le digo a mis compañeros, por el chaleco azul, los informes, y formatos.   Hace que valga la pena alejarme de mis seres queridos durante dos semanas,  Hace que valga la pena  superar mis miedos a encontrarme cara a cara con los “compañeros” y   estrechar sus manos.

 Con propiedad puedo asegurar que lo más significativo que me ha pasado en mi vida profesional  es  estar en este grupo selecto de profesionales como  tutora del  Programa Todos a Aprender. 

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